miércoles, 19 de agosto de 2009

CAPITULO:6. Vaya nochecita.

Me enfunde mi vestido negro ancho que cubría hasta poco más que mi trasero, uno tacones que imitaban al último modelo de Louis Vuitton de tela de serpiente y mi bolso de este mismo material. Utilice sombra oscura en los ojos, aunque discretamente, puse poco brillo en mis labios carnosos y me hice una coleta alta porque no me gustaba como me había quedado el pelo después del alisado. Metí en una bolsa un pijama antiguo, el neceser con todo lo necesario para que el día siguiente pareciese que había dormido, un vestido marrón para no oler a alcohol al volver a mí casa y unas sandalias planas. Salí antes de que llegara mi padre, baje a la parada de autobús y cogí la línea que me llevaba a casa de Adri, donde había quedado con ella y Ale. Nos quedábamos allí a dormir y como sus padres ya estaban en Venezuela íbamos a estar toda la noche de fiesta.

Cuando llegué ya estaban preparadas; Ale llevaba una camiseta negra de tirantes, una falda color camal por encima de la cintura que imitaba la vestimenta de las bailarinas, unas sandalias con un tacón impresionante en negro y un bolso de mano en el mismo color. Adri iba con un vestido rosa palo de palabra de honor apretado en el pecho y ancho por la parte baja, sandalias marrones y un bolso también de mano en el rosa del vestido con pequeños detalles en cuero marrón.

-Chicas, yo no quiero decir nada pero parece que tenemos veinte años.-comente mientras las señalaba.

-Eso intentamos, tenemos que entrar en la disco y sin Cris va a estar difícil.-repuso Ale mientras salía de casa.

Deje la bolsa en la entrada y seguí a mis amigas. Al llegar a la disco no tuvimos mucha suerte el portero nos pidió el carnet y al decirle que no lo teníamos nos echó para atrás.

-¡Ay no! Hoy tenemos que estar todita la noche de fiesta, no nos puede pasar esto. Asique ya estamos pensando una solución para entrar ahorita mismo.- protesto Adri.

-Helen porque no llamas al tío de Cris para que nos cuele.-propuso Ale.

-¡No! Que luego se pone pesadísimo.-repuse.

-¡Ay si, tú le encantas y ya verás cómo nos deja entrar.- añadió Adri.

-Luego nosotras te ayudamos a librarte de él. Sino a donde quieres que vayamos ¿a las discotecas que cierran a las dos, paso? Y tú también.

-Vale.-accedí.

Saque el móvil y busque el número de Gustavo. Cuando lo cogió se oía muchísimo alboroto de fondo, lo que era una buenísima noticia. Estaba dentro de la disco.

-¡Gustavo! Hola soy Helen la amiga de tu sobrina Cristina. ¿Qué tal? ¿Estás en la disco?- pregunte rápidamente no quería que se enrollarse.

-Sí, claro. ¿Por?- contesto gritando.

-Porque hoy Cristina no ha venido y no nos dejan pasar, ¿puedes salir a meternos?

-Claro. ¿Cuántas sois?

-Tres.

-Vale, perfecto. Ahora salgo.

Colgué.

-Dice que sí que ahora sale.- comunique a mis amigas.

Esperamos unos cinco minutos hasta que salió Gustavo. Le saludamos con dos besos y me pregunto por qué no le había llamado antes, luego empezó a gritar al portero por no dejarnos pasar. Se engancho a mi cintura y por mucho que yo intentara escabullirme cuando se paraba a hablar con sus conocidos no fui capaz. Me llevo hasta la barra donde me invito a una copa y empezó a piropearme mientras me contaba una historia para quedar como un chulo delante de mí. Yo mientras buscaba a mis amigas por toda la discoteca, pero por una extraña razón habían desaparecido. Me invito a otra copa, desde luego hoy iba a emborracharme porque con ese muermo hablándome de sus tonterías no tenía nada más entretenido que hacer. En mi absurdo intento de encontrar a mis amigas me lleve la sorpresa de que Rafa estaba en la otra punta de la sala. Desvié la vista, pero por desgracia el chaval con quien estaba hablando le dijo algo sobre mí, él me miro y vino hacia mí y Gustavo decididamente. El estomago me dio la vuelta y empecé a mover el pie nerviosamente.

-¡Helen!- saludo Rafa.

Me beso en la comisura del labio y me agarro de la cintura intentando dar a entender a Gustavo que no tenía nada que hacer que yo era ahora de él. La verdad es que ese gesto me vino algo bien porque a Gustavo le cambio la cara.

-Hola, soy Gustavo.- se presento mientras extendía la mano.

-Rafa.- repuso sin devolvérsela.

-Eh, bueno Helen me voy a la barra a ver qué tal va. Luego nos vemos.- se despidió Gustavo.

-Vale, adiós.- respondí con una sonrisa.

Rafa aflojo el brazo, dejando a mi cintura algo más de libertad.

-¿Pero tú de qué vas?-pregunte malhumorada.

-De nada, deberías darme las gracias te he librado de él. ¿Cuántos años tiene, treinta?

-Tiene veintiséis. Además quien te ha dicho que quisiese librarme de él.-mentí.

-Vamos Helen, se te veía en la cara.

-Bueno pues la próxima vez que quieras librarme de alguien, por lo menos eres más agradable ¿vale?

-Venga hombre. No te pongas así, te invito a otra copa.

Pidió dos copas y me cogió de la mano llevándome hasta un sofá que estaba en una esquina de la habitación. Se sentó y me tiro del brazo para que callera a su lado. Se acerco a mí para besarme pero yo separe la cara instintivamente, me correspondió con una cara extrañada pero empecé a hablar para que no me dijera nada.

-¿Has visto a mis amigas?

-No.

Volvió a acercar la cara y respondí de la misma forma pero esta vez no sabía que decir.

-¿Se puede saber que cojones te pasa?- casi grito.

-Nada.

-¡Cómo que nada! Antes te he librado de un baboso y protestas y ahora me estas quitando la cara.

-Bueno es que hoy no me apetece enrollarme contigo.-conteste.

-A pues muy bien.

Se levantó malhumorado y fue a otro lado donde se puso a hablar con una chica que claramente se quería liar con él. Rafa empezó a tratar a la chica de una forma muy cariñosa y a mirarme cada dos por tres. Intente no estar pendiente de él y busque a mis amigas de nuevo, esta vez con más suerte pues vi a Adri hablando con una prima suya. Me levante del maldito sofá y fui corriendo hacía donde estaba. Ella ya se estaba despidiendo cuando llegué.

-Menos mal que me ibais a librar de Gustavo.- proteste.

-Bueno te has librado tu sola ¿no?

-No. Me ha librado Rafa, que luego se ha querido liar conmigo, le he dicho que no, se ha enfadado y ahora se está liando con una chavala por ahí.

-Vamos que tuviste la noche completica.

-Sí, es una buena forma de describirlo.

Alguien me agarro por detrás, me di la vuelta y vi a Ale con cara de asombro.

-¿Qué ha pasado?- pregunte.

-Que acabo de ver a tu Rafa liándose con la guarra de segundo de bachillerato, Sonia, la que antes estaba con mi primo Antonio.

-¿La que nos contaste que había estado con el Paco ese mientras estaba con tu primo?- intervino Adri.

-Sí.- confirmó.

-Pero que más da. Ahora se está liando con mi Rafa.- proteste.

-Pero porque tú le has dicho que no antes.- le defendió Adri.

-¡Adri! Me dijo que iba a volver con su novia cuando se fuera.

-Bueno, en fin, tú te vas a Seattle dentro de nada ¿no? Qué querías que te esperara o algo así.-me contesto Adri.

-Sabes, no sabía que pensabas así. El otro día me diste la razón.

-Sí, porque tienes tu parte de razón pero también él tiene su parte buena, por lo menos te dice la verdad.-repuso.

-Pues yo prefería que me mintiese, sabes. Porque me gusta desde hace un montón de tiempo. Y seguro que a ti cuando empezaste con Samuel no te hubiese gustado que te dijera que iba a volver con su novia al irse de nuevo a Valencia.

-Ya, pero yo lo suponía. Porque no soy tan romántica como tú, que de romántica pareces boba. Vamos, pensar que ibas a durar con Rafa, hay que ser tonta mi niña.

-¡Ah! Pues muchas gracias por decírmelo, porque claro yo soy tan tonta que me creo que alguien puede enamorarse de mí.

-Claro que alguien puede enamorarse de ti porque eres genial pero no Rafa que lo único que busca es acostarse con alguien.

-Pues el día que estuvo conmigo no lo intento.

-¡Ay, chica! Porque te estaba medio cortejando para saber cuándo intentarlo, pero mira como cuando le dices que no se va a liar con otra.

-¡Pero me estaba intentando poner celosa!-medio grite de lo nerviosa que estaba, no podía creer que pensase así.

-¡Cariño, no busques donde no ahí! ¿Ok?- sentenció tocándome el brazo de forma cariñosa.

-¡Déjame en paz!

Me fui a la barra y le dije a Gustavo que me pusiese otra copa, por supuesto me invito y sentó conmigo para empezarme a hablar de Rafa, lo que me faltaba, que este tío también me lo recordase. Deje de escucharle en el momento en que empezó a decir que le parecía un cretino por no haberle devuelto la mano. Estuve en la misma posición durante horas, haciendo que escuchaba a Gustavo, hasta que a las seis y media de la mañana vino Ale para decirme que ya nos íbamos a casa de Adri.

2 comentarios:

  1. woooo pobrecita helen :( yo creo lo mismo que helen que le esta dando celos

    ResponderEliminar
  2. Que mal!!!!
    es muy romantico, y tambien creo que le esta intentando dar celos.
    Pero es mu malo que los dos pronto se tienen que ir, y que el te diga como si nada que va a volver con la novia despues de un tiempo!!!
    ESPERO QUE ESCRIBAS PRONTO!!!

    Bss =D

    ResponderEliminar

 
Elegant de BlogMundi