viernes, 2 de julio de 2010

CAPITULO 21: La Fiesta de Jane.

-¡Vamos Jack! Hazme caso, pon este CD. La música es muy buena.- dije mientras apagaba la radio del coche.
-¡Yo no digo que no! Pero no entiendo lo que dice.- volvió a encender la radio.
-Porfi… solo un rato.- suplico.
Él asiente con la cabeza. Saco el disco de la funda y lo meto en el reproductor. Empieza a reproducir la música de Joaquín Sabina, “No puedo enamorarme de ti.” Entono la letra en voz baja, él me mira fugazmente desde su sitio.
-¿Qué dice? Parece muy emotiva.- pregunta mientras mira a la carretera.
-Es triste. Él le dice a ella que no puede enamorarse de ella, que no la puede engañar y por eso debe decirle que nunca se enamorara de ella como ella lo está de él.- le miro con una sonrisa.- ¿Alguna vez le has tenido que decir eso a alguien o te lo han dicho a ti?
-No. ¿tú?
-Espero no tener que hacerlo nunca, pero lo que si odiaría es que me lo dijeran a mi. Debe ser una sensación asquerosa que la persona de la que estás enamorado este tan seguro de que no se enamorará nunca de ti. ¿No te parece?
Asiente con la cabeza. La canción termina y empieza a sonar “ Like a Rolling Stone.” de Bod Dylan. Empiezo a cantar en alto para que el lo haga conmigo. Le empujo el brazo para que lo entienda. Sonreímos. Me mira cómplice y empieza a gritar al unísono. Reímos y vemos aparecer una casa enorme detrás de unos árboles altisimos, frondosos, de un verde oscuro que le da un aspecto frío. Le miro sorprendida por el tamaño de la casa.
-Esa no es.- suelta una carcajada.- Es la cabañita de detrás.
En ese momento aparece una discreta casita de madera de dos plantas y con un pequeño porche adornado con una mesita y un par de sillas en las que se encuentran Jane, Andrew, Giorgio y una chica más que no se quien es, pero supongo que es la novia de Giorgio porque esta sentada encima de él. Jack aparca el coche al lado de la furgoneta de Andrew. Bajamos y saludamos a los presentes. Jane nos da un abrazo y me arrastra hacia el interior de la casa. Me enseña todos los cuartos y me comenta que en un rato llegaran Caroline y Scarlet con William y Ken. Me enseña toda la cerveza que tiene acumulada en la nevera y volvemos a salir al porche. Cuando salimos, Samantha, la novia de Giorgio está hablando de la última fiesta a la que fue en un campo como ese.
-¿Quién va a venir?- pregunto mientras me siento entre Andrew y Jack.- ¿Gente del instituto?
-No.- contesta rápido Jane.- Amigos nuestros que no están en el instituto.
-¿Te acuerdas de la gente de la fiesta del jueves?- interviene Giorgio amablemente.- Barry, Adams…
-Sí.-contesto.
-Pues esa gente.- vuelve a hablar Jane.- los traen los mellizos. Ahora creo que deberíamos ir preparando un poco el tema de la cena y tal.

Después de tres horas ayudando a Jane a preparar todo nos vamos a cambiar de ropa, tampoco nos ibamos a arreglar mucho pero no está bien ir a una fiesta con la camiseta sudada. Samantha, Jane y yo nos metemos en el cuarto de sus padres. Samantha se viste con una camiseta negra de manga corta, unos pantalones pitillos y una sudadera de cremallera roja un poco grande, se suelta el pelo rubio que tenía recogido en una coleta. Jane se cambia el pantalón vaquero por uno negro y se pone una camisa a cuadros roja de hombre abierta con una camiseta básica debajo y se calza unas botas negras con tachuelas. Y yo me quedo con los mismos vaqueros rasgados, me cambio el jersey de rayas por una camiseta rosa palo y una sudadera negra encima.
Cuando salimos descubrimos que ya ha llegado todo el mundo, ellas saludan y yo soy presentada a alguna de las personas que no conozco. Hacemos que todo el mundo pase dentro de la casa para terminar de sacar todas las cervezas. La gente empieza a beber y hablar de cosas sin importancia, Jane pone música y Scarlet y yo empezamos a bailar mientras bebemos nuestras cervezas, después ella se va con Ken y yo me acerco a un par de chicas que conocí el jueves. Las chicas están hablando sobre gente que no conozco así que decido salir a tomar un poco el aire, estoy un poco acalorada- aunque ya no llevo sudadera- por el ambiente y por las cervezas. Nada más salir una oleada de aire fresco me mueve bruscamente haciendo que me despeje, miro hacia ambos lados, no hay nadie más. Ya siento el frío así que decido entrar para buscar mi sudadera. Al girar me encuentro de frente a Jack con mi sudadera entre sus manos. Sonrío.
-Pensé que tendrías frío.- alarga el brazo para que la recoja.
Se la quito de las manos y me la pongo despacio.
-La verdad es que aquí fuera hace fresquito.- sonrío.- pero estar dentro es insoportable, hace un calor de muerte.
-Sí. Yo he salido por el mismo motivo. ¿Nos sentamos en el poyete?- pregunta indicándolo con un movimiento de la barbilla.
Asiento y nos dirigimos al lugar propuesto. Allí corre menos el aire, nos acercamos de forma instintiva para mantener el calor. No hablamos durante unos momentos, después gira su cabeza en mi dirección y yo le miro al percatarme de su movimiento. Abre la boca para comentar algo, pero yo ya no le escucho. He centrado toda mi atención en la silueta humana que se mueve entre los árboles a unos veinte metros de distancia.

P.D. Lo siento muchísimo, sé que he tardado un montón en volver a escribir pero mi inspiración estaba muerta. Por lo menos, ahora espero escribir más porque con el buen tiempo mi musa ha vuelto a la vida... jajaja. ESPERO QUE LA VUELTA OS GUSTE.
1besito...


domingo, 28 de febrero de 2010

CAPITULO 20: Tarde con Jack.

Entramos en el Café de enfrente del instituto, saludé a Vanesa con la mano mientras empujaba a Jack hacia una de las mesas que había al lado de la ventana. Después de dejarlo sentado en una de las sillas naranjas de modelo última generación me acerqué a la barra.
-¡Vanesa! Ponme dos batidos de chocolate con nata por encima, esos tan espectaculares.- le dije con una sonrisa.
-Marchando. ¿Qué es tu novio?- pregunto mientras sacaba los vasos de papel de debajo de la barra.
-¡No!- me precipité a decir corriendo.- es solo un amigo.
-¡Ah, bueno, perdona! De todos modos es muy guapo.- comentó mientras lo miraba descaradamente.
Yo miré a su vez, la verdad es que era guapo y tenía un cuerpo espectacular y era muy bueno comigo, pero nunca me había fijado en el como algo más que un amigo. Será porque cuando lo conocí solo quería buscar amistad desesperadamente y no me fijé en nada más. Sin embargo, Jack sería un novio fantástico… para quien quisiese novio y le gustase, claro.
-Sí, es guapo. Pero no le mires tan descaradamente. ¿Si quieres te lo presento?- dije haciendo que me mirase.
-No gracias, a mi los menores de edad no me interesan para nada. Si tuviese un hermano mayor si que te diría que me lo presentases.- dijo mientras echaba la nata sobre los batidos.
-Bueno, pues espérate un par de añitos y ya está.- dije mientras cogía los vasos que ella acababa de dejar encima de la barra.
-Eso haré.- se rió y se acercó a un hombre que acababa de dejar sus cosas encima de la barra.
Caminé hasta sentarme en la silla que quedaba en frente de la suya, dejé uno de los batidos delante de él y comencé a beber del mío. Cogió su vaso y comenzó a beber, clavando su mirada en la mía.
-Bueno que, ¿me vas a invitar o qué?- pregunté rompiendo el silencio.
-¿Invitarte a qué?
-A que va a ser, a llevarme a la fiesta de Kate. Tienes memoria pez, yo que tu me lo miraba.- bromeé, con la pajita aún entre los dientes.
-Aunque no te invitase ibas a ir comigo por que si no Kate me mataría.- dijo con cara seria.
-Vamos, que por ti no me invitabas ¿no? Muy bien. Esta te la guardo.- dije mirándole con caras de pocos amigos.
-¿Cómo no te voy a invitar a ti? Si me rió un montón con tus tonterías, así por lo menos me garantizo un viaje entretenido.- mostró una sonrisa impresionante. Se levantó de la silla rápidamente.- vamos que te voy a llevar a un sitio. Pero tienes que estar dispuesta a llegar tarde a casa.
Esta vez fue él el que me tiro del brazo para que me levantase del asiento, yo no me resistí, di un pequeño salto y salimos del café a toda prisa. Estaba lloviendo así que empezamos a andar de forma rápida en dirección a mi casa. Cuando llegamos ni mi madre ni John estaban en casa. Deje mi mochila y la suya en mi cuarto. Me cambié la camiseta por una con tachuelas que me daba un aspecto más rockero, me maquille los ojos de negro para que incrementase el look que me daba la camiseta y me solté el pelo. Estaba ondulado y llegaba hasta debajo de mi pecho, lo descoloqué ligeramente para que pareciese mas natural y metí el móvil, la cartera y las llaves en un maxibolso negro.
-Bueno, ¿así te parece que voy bien para tu sitio misterioso?- salí de mi cuarto.
-Sí, estás bastante bien.- dijo extendiendo su mano para que le acompañase.
-Joder macho, que entusiasmo. Yo espera un titubeo y un “estás preciosa, me casaría contigo.”- bromeé mientras me agarraba de su brazo.
-Es que eso venía después, no tienes paciencia hermosura.- soltó una carcajada después de la última palabra.
-Vale, con esa carcajada acabas de asesinar vilmente a mi autoestima.- dije mientras imitaba la acción de un cuchillo clavándose en mi pecho.- Por cierto ¿A dónde me llevas?
-A un bar a tomarnos una cerveza ¿qué te parece?
-Imposible, porque no nos dejan entrar en ninguno.
-Vale, te diré la verdad es una fiesta en la casa de un amigo.
-Oye, pero yo no puedo llegar muy tarde eh, que mañana tengo que ir a clase.- proteste mientras cerraba la puerta del apartamento.
-Ah… se siente, no haber accedido.- sonrió maliciosamente.-Tranquila son las ocho, volveremos a la una como máximo. Que yo soy un chico muy responsable.
Lo dijo con animo tranquilizador, pero no lo consiguió, mi madre me mataría si llegaba a la una un jueves. Sería mi fin. Vamos nunca se había dado la situación con mi madre, pero mi padre me castigaría durante varias semanas.
Salimos del apartamento, cerré con llave y bajamos tranquilamente en el ascensor. Ya en la calle andamos un par de manzanas en la dirección opuesta al instituto. El edificio de sus amigos no estaba muy lejos, entramos en un callejón oscuro, un poco tétrico. Yo me agarré un poco más fuerte a su brazo. La gente estaba en la calle, fumando un cigarro, bromeando en grupos, algunos bebían cervezas. Todos iban vestidos con ropa en tonos oscuros pelos de punta, cazadoras gastadas, las chicas iban con medias rotas, camisetas de grupos de rock y piercing por todas partes. ¿Y pensaba que yo tenía un look rockero?
-¿A dónde me has traído?- pregunte aún asustada.
-Tranquila, son amigos. Que no tengan la pinta de tus amigas no significa que quieran asesinarte.
Le di un codazo en la costilla por su broma sin gracia hacia mis amigas, lo hice sin que nadie se diese cuenta por si acaso algún amigo salía en su defensa. Hizo que me separase un poco de él para pasar mejor entre la gente, pero yo deslicé mi mano desde su antebrazo hastaa la suya para no separarme ni un momento de él. Saludo a un par de chicos con coleta y cazadoras de cuero, luego entramos en el edificio, subimos por unas escaleras a oscuras hasta el primer piso, había una puerta abierta de la que salía una música fortísima que no me dejaba oír lo que decía Jack a un chico que había en la puerta. Entramos. Todo estaba muy desordenado, había un montón de cervezas encima de una mesa en un lado de la habitación, en el otro lado había una mesa de billar sobre la que estaban jugando un par de chicos, al fondo del cuarto había un par de sillones viejos cubiertos por sabanas azules.
-¿De dónde has sacado estos amigo?- pregunte al lado de su oído.
-De Giorgio, su novia esta por aquí, ¿Qué te parece, te gusta el ambiente?- grito mientras me acercaba una cerveza.
-Sí, no esta mal.- dije mientras me fijaba en el fondo de la sala.- Mira, allí está Giorgio. Vamos a saludarlo.
Antes de llegar donde estaba Giorgio, nos paramos unas cuatro veces para que saludase a sus amigos.
-¡Ey ¿Qué tal?¿Quién es esta?- preguntó uno de sus amigos mientras yo sonreía como cuando eres pequeña y tu abuela te presenta las amigas de su pueblo que van a empezar a darte pellizcos en las mejillas de un momento a otro.- ¿Es tu novia? Ya era hora, porque nunca he conocido ninguna.
-No es mi novia, es una amiga.
Se dieron un abrazo y por fin llegamos al fondo de la habitación, saludamos a Giorgio y este me presento a un par de chavales. Estuve hablando con ellos, la verdad es que eran muy agradables, incluso jugué una partida al billar, había bebido alguna cerveza de más así que ya estaba un poco mareada. Mientras era el turno de uno de los chicos Giorgio me acercó una cerveza. Yo la cogí encantada y le di un buen tragó para empezar.
-Bueno, ¿Y tú qué tal con Jack?- preguntó mientras su amigo Barry metía la bola roja por una de las esquinas.
-Bien, me ha invitado a venir. Sabes… cuando he llegado pensé que no me lo iba a pasar bien, pero tus amigos me han caído genial.- me empecé a reír mientras Barry metía ahora la naranja.-¡Que buena, Barry!- grité.
-¿Y no te ha dicho nada?
-¿Quién?
-Jack.
-No. Hemos tomado un batido y hemos venido aquí, no se. ¿Qué tiene que decirme?- pregunte, después le di otro sorbo a mi cerveza.
-Nada. Nada.
En ese momento llegó Jack. Cogió la cerveza de mi mano, la dejó encima de la mesa del billar, cogió mi bolso y mi chaqueta de mi mano izquierda y me aferró la derecha.
-Vámonos.
-¿Por qué?- pregunte poniendo cara de niña pequeña.
-Porque te tiene que dar el aire.- empezó a tirar de mi.
-¡Barry! ¡Vas a ganar!-grite mientras seguía a Jack.
Al salir del pequeño bloque me ayudo a ponerme la chaqueta y me llevó a un pequeño parque. Me sentó en un banco y el se dejo caer a mi lado.
-Me han caído bien tus amigos.- dije dejando caer mi cabeza hacía atrás.
-Lo se. Pero es porque vas borracha, si fueses cuerda, no te caerían tan bien.- sonrió.- Son la once, dentro de quince minutos te llevo a tu casa.
-Vale.
Rodeé su cuello con mis brazos, apoyé mi cabeza en su hombro. Él tragó fuerte y puso su espalda rijida. Acurruque mis piernas encima del banco y me quede adormilada como una niña pequeña en brazos de su padre.

P.D. Esta vez subo antes visto que el último capitulo no causo mucha sensación. A ver si este tiene mas suerte!!=)
1besito...

martes, 23 de febrero de 2010

CAPITULO 19: Risas en las escaleras.

En 12 días no había visto a Josh ni una sola vez, ni lo había sentido cerca de mí, ni había aparecido en mi casa cuando no podía hablar con él, ni había ido conmigo a clase para seguirme contando su historia, ni había interrumpido ninguna de mis conversaciones con Jack, ni me había tocado otra vez. Puede que sonase un poco raro pero lo echaba de menos, y cada vez estaba más preocupada por él. ¿ Y si después de desaparecer aquel sábado en mi casa le había pasado algo? Aunque que le iba a pasar, a fin de cuentas ya estaba muerto, qué peor cosa que morirse le puede pasar a uno.
Me levante temprano, me puse unos vaqueros desgastados, una camiseta básica negra y unas botas negras de piel de ante. Desayune un zumo de naranja y algún dulce mientras hablaba con mi madre de las clases y de mis amigas, ella expresaba su alegría al ver que me había integrado tan bien. Recogimos las cosas rápidamente al ver la hora, bajamos por el ascensor y subimos al 4x4 gris marengo. Llegamos al instituto unos minutos antes de que las clases comenzaran así que baje tranquilamente del coche y entre en el instituto de forma relajada. Deje algunos libros en mi taquilla y me quede allí esperando a que llegasen mis amigas o alguien que conociese con el que pudiese hablar.
-¡Hellen! ¿Qué tal cariño?- dijo una voz dulce y algo aguda desde la puerta.
Mire en dirección de donde venía la voz, era Kate, venía acompañada de Jack. Se acercó a mi y me dio un abrazo dejando a Jack un poco atrás, él me miraba con una amplia sonrisa. Habíamos hablado mucho desde el sábado, incluso habíamos quedado alguna tarde para tomar un café con el resto de los chicos. Con Kate había creado una muy buena amistad, hablábamos casi todas las tardes por el chat y un día fuimos a un centro comercial a comprar algo de ropa. Lo único malo era que a Kate no le gustaban mis amigas y no quería ir ningún día con ellas.
-Hola Kate.- salude mientras continuaba abrazándome.
-¡Ah!- grito entusiasmada.- Tengo que contarte una cosa. Este fin de semana voy ha hacer una fiesta estupenda en mi casa de vacaciones, vamos a volver el domingo, así que espero verte allí. Llama a Jack y vas con él ¿vale? Bueno, me voy, que he quedado con Andrew.
Se fue andando contenta y medio corriendo para no hacer esperar a su hombretón de dos metros de altura. Le di un beso en la mejilla a Jack saludándole por primera vez, me sonrió.
-Pues si que está histérica esta ¿no?- dije conteniendo la risa.
-Sí, es la primera vez que le dejan sus padres y quiere que todo le salga genial. Así que ya puedes ir.
Sonó la campana indicando que la primera clase comenzaba así que los dos echamos a andar en la misma dirección.
-Bueno, solo puedo ir si cierta persona que va a mi lado me invita a que le acompañe. Ejem… ejem…- carraspee para que entendiese la indirecta.
-Um…-dijo mirando a ambos lados y por detrás de mí.- pues no se a quien te puedes referir.- puso cara de desconcierto.
-Idiota...- dije mientras le daba un golpe en el brazo.- Bueno, me voy que tengo clase aquí. Luego te veo.- saque la lengua y entré en el aula.
Las tres primeras clases se hicieron interminables, pero por fin llegó la hora del almuerzo así que fui hacía la cafetería con Mel. Cogimos un par de sándwiches y nos sentamos en una mesa a esperar al resto de las chicas. Pasados unos diez minutos apareció Kate. Llevaba un jersey rojo, unos vaqueros claros y una cazadora negra en la mano, donde también llevaba el bolso, el pelo lo llevaba recogido en una coleta baja en la que no se había preocupado mucho mientras la hacía. Se acercó a nosotras y se sentó a mi lado.
-¿Qué tal?- saludó Mel mientras se sentaba Kate.- ¿Y Mary y Bianca, no vienen?
-No, se han ido a casa de Mary porque sus padres no están. Yo me he quedado. A parte de porque soy responsable.- bromeó, acentuando cada palabra al máximo.- porque tengo una practica de laboratorio superchula y una clase importante de química.
-¡Oh, Kate! Estoy tan orgullosa de ti. Si te hubieses peinado esta mañana mucho más.- bromee mientras le soltaba el pelo y se lo colocaba mejor.
-Gracias, estilista personal. Bueno me voy yendo al laboratorio, que tengo muchas ganas.
Cogió sus cosas y salió pitando con algunas chicas de su clase que le esperaban en la puerta de la cafetería. Mel y yo recogimos nuestras cosas tranquilamente y salimos juntas, al llegar a la puerta le di un beso y me fui a mi siguiente clase.

Me senté en el poyete que había al lado del instituto para esperar a que saliese Mel de su última clase para ir juntas a casa. La espere durante diez minutos, pero ya no quedaba nadie dentro del instituto así que llegué a la conclusión de que no había tenido última hora. Veo a Jane, Scarlet y Caroline sentadas en las escaleras. Jane gesticulaba exageradamente, así que me acerque rápidamente para escuchar lo que decía, que seguro que era sobre lo impresionante que iba a ser su fiesta del sábado.
-¿Qué hacéis aquí?- pregunte mientras me sentaba al lado de Caroline.
-Estamos esperando a estos. Vamos a ir a ver una película y después iremos a alguna tienda.- contesto Scarlet con voz dulce, mientras se colocaba la melena rojiza a un lado.
-Um… En parejitas ¿no? ¿Qué película vais a ver?
-Una comedia romántica de esas típicas.- contesta Jane.- bueno, que les estaba contando todo lo de la fiesta. Voy a invitar a un montón de gente, además, he visto en Internet que va a hacer buen tiempo y vamos a poder estar fuera. Estoy entusiasmadísima. ¡Y va a haber alcohol!
En ese momento aparece un profesor como por arte de magia, escucha el último comentario y mira con cara de pocos amigos a Jane, que sonríe falsamente y nos mira aguantándose una carcajada.
-Es mi profesor de aritmética.- susurra cuando él ya ha terminado de bajar las escaleras.
Todas nos echamos a reír sin parar mientras Jane seguía haciendo comentarios sobre todo lo que íbamos a hacer en su casa. Y la verdad es que cada vez me apetecía más pasar el sábado con ellas, charlando y bromeando como en ese momento.
-¿Qué estás diciendo Jane? Porque las tienes a todas muertas de la risa.- dice Ken que llega por detrás acompañado de su hermano Williams, Andrew y Jack.- hola cariño.-saluda y le da un beso en los labios a Caroline.
Las chicas se levantan al unísono, yo lo hago después.
-Vámonos ya ¡Es tardísimo!- grita Scarlet mientras va empujando a Williams para que vaya andando hacia delante.
-¿Tú también vas?- le pregunte a Jack mientras me acercaba a él.
-No, que va.- contesta sonriendo.
-Pues venga, vamos nosotros a hacer algo mucho más divertido.- me agarro de su brazo, me despido de los demás y le empujo a cruzar la calle.- para empezar vamos a tomar un batido riquísimo en la cafetería de enfrente.
-Vale…- accede y deja que le empuje mientras ríe.
P.D. Espero que os guste mucho. Gracias por los comentarios, seguir haciéndolo. 1besito...

sábado, 13 de febrero de 2010

CAPITULO 18: Josh...

Abrí la puerta de casa. Mi madre y John estaban tirados en el sofá, dije un “hola” rápido y me metí en mi cuarto, si me veían con esa ropa me preguntarían que había pasado y no me apetecía tener que contarle toda la historia. Me puse el pijama y recogí mi pelo en una coleta para que no se notase que estaba sucio. Mi madre abrió la puerta delicadamente mientras yo encendía el ordenador.
-¿Estás cansada, cariño?- pregunto acercándose a mi.
-Sí, pero creo que me voy a duchar antes de meterme en la cama.- dije sonriendo.
-Pero si ya te has puesto el pijama.- dijo acariciándome la espalda.
-Ya, pero lo he pensado mejor.- sonreí de nuevo.
Cogí la ropa interior y las dos salimos de la habitación, ella fue hacia el salón y yo me metí en el cuarto de baño. Me introduje en el chorro de agua caliente, me duche lentamente, tanto que mi madre fue a preguntarme si estaba bien. Cerré el grifo y salí del cuarto de baño envuelta en la toalla.
-Lo siento mamá, es que estaba muy relaja.- cerré la puerta y me vestí.
Me metí en mi cuarto con el pelo mojado envuelto por una pequeña toalla, nada mas entrar en mi cuarto deshice la toalla y empecé a secarlo poco a poco mientras definía los rizos con la mano. Después de echar la ropa a lo sucio sentí una extraña sensación a mi espalda, me di la vuelta ligeramente y me encontré con Josh de frente. Di un pequeño respingo, silencioso, ya que estaba en la cocina y mi madre me podría escuchar. Me separe un poco y le indiqué con la mirada que me siguiera. Entré en mi habitación, pero él ya estaba dentro.
-¿Por qué has desaparecido?- pregunté.
-Porque me daba vergüenza.- dijo bajando la mirada.
-¿Qué te daba vergüenza?
-Que no te he podido ayudar.
-¿Cómo que no me has podido ayudar? Me has alejado unos siete metros de la orilla y has hecho ruido para que Jack me encontrase. ¿Te parece poco?- dije deteniéndome en lo que había dicho. ¿me había arrastrado siete metros cuando estaba mojada?- Un momento. Me has arrastrado cuando estaba mojada ¿no era que los muertos no podíais tocar el agua?- dije desconfiada.
-No, no podemos, normalmente no.
-¿Cómo que normalmente no?
-Bueno, es que sólo podemos cuando nos materializamos y para hacerlo hay que estar muy concentrado y con mucha energía. Ni siquiera puedo tocarte cuando no estoy materializado, es una situación muy rara.
Me miro fijamente como si se concentrara en mis ojos. Acercó su mano de forma muy delicada a mi cara, seguía mirándome a los ojos, cogió entre sus dedos uno de mis mechones de pelo mojado y lo enlazó con sus dedos. Sentí todos sus movimientos, incluso cerré los ojos cuando el lo hizo para no desconcentrarlo, sentí mucho calor al notar que me estaba tocando, pero no era su calor, era mío, era interno, todo mi cuerpo estaba a mil por hora esta nerviosa de que dejase caer el mechón de pelo de nuevo y a la vez deseaba que lo soltase y tocase mi cara para que él también pudiese sentir el calor de mi piel. Pero preferí no desconcentrarle.
Como si hubiera leído mis pensamientos, deslizó su mano hasta acariciar mi cara, me puse aun más nerviosa, pero el frío de su mano me tranquilizo, me sedó, funcionamos como una reacción química, mi temperatura fue bajando gracias a su gélida mano y a la vez la temperatura de esta fue subiendo hasta igualarse. Movía sus dedos por mi cara, como si de un invidente intentando conocer la cara de alguien se tratara.
Pero sentí como abría los ojos, y yo los abrí con él. Me mantuvo la mirada con vista cansada, me dedico una ligera sonrisa, como si de una persona agonizante se tratara y movió los labios para decir en voz baja, para que nadie le oyera “Me has devuelto a la vida” y desapareció.
P.D. Espero que os guste, y que me deis vuestra opinión mediante comentarios. Muchas gracias por todo. Y seguir votando..
1besito...

domingo, 24 de enero de 2010

CAPITULO 17: Enfadado.

-¿¡Qué vamos a hacer ahora!?- grite histérica mirando aleatoriamente a Josh y a nuestros perseguidores.
Él desapareció de mi lado y apareció al otro lado del río. Me quedé mirándole asombrada. Volví a mirar a los indígenas, cada vez estaban más cerca. Mire con ojos de auxilio a Josh.
-¡Tírate al agua!- grito.
-¿¡Qué!?
-¡Los muertos no podemos tocar el agua! ¡Tírate al agua y salpícales!
Mire hacia atrás, la indígena cabecilla del grupo estaba casi a mi lado, me tire al agua instintivamente al ver como levantaba el mazo para darme con él. En cuanto toqué el agua todos se quedaron paralizados y Josh desapareció, empecé a salpicarlos como si fuera lo último que hiciera en toda mi vida mientras las lagrimas caían de mis ojos deseando que fuese un sueño y que terminaría todo cuando me despertara. Pero el frío que paralizaba mis huesos me sacó tal idea de la cabeza. Al sentir los brazos entumecidos deje de chapotear, dándome cuenta de que los fantasmas habían desaparecido. Nadé cómo pude hacía la orilla, agarré con fuerza las plantas de tierra firme y tire con todas mis fuerzas para poder salir del río, la corriente lo complicó más, gruñí y peleé hasta que conseguí sacar todo mi cuerpo del agua. Levante mis parpados lentamente y solo alcancé a ver los ojos llorosos de Josh.

-¡Dios mío!- oí un grito alejado, no reconocí la voz.
Abrí los ojos débilmente, estaba unos siete metros más alejada de la orilla del río que donde yo había sido capaz de llegar. Levante la vista y vi como se acercaba corriendo Jack, seguido por William y Jane.
-¿Estás bien? ¿Estás bien?- oí preguntar a Jane con su bocecilla aguda.
Yo movía la cabeza afirmativamente mientras William me levantaba del suelo. Sentí que William corría por los continuos botes que sentía, si hubiese tenido algo en el estómago no habría durado mucho allí. Al llegar al lugar de la acampada, me metieron en el coche azul. Las chicas también entraron, sentí como me quitaban la ropa mojada, me secaban con una toalla y me ponían reconfortante ropa seca. Me dejaron un rato sentada en el sillón del coche, ya me sentía mucho mejor y podía procesar toda la historia que estaba contando Jane a cerca de cómo me habían encontrado. Cuando me encontraba mejor salí un poco despacio del coche, ya era de noche, me senté en un tronco al lado del fuego para que se me calentaran las manos.
-¡Eh! ¿Qué tal está la accidentada de hoy? ¿Qué te ha pasado?- preguntó Scarlett antes de darme un beso en la mejilla.
-Bueno, no se, me caí al río y había un montón de corriente y me costó un montón salir.- mentí, seguro que si decía algo sobre unos indígenas se echarían a reir.- ¿Cómo me encontrasteis?
-Escuché un ruido muy fuerte en el bosque y me acordé que después de haber estado hablando conmigo te fuiste por allí.- dijo Jack muy serio.
Mire en todas direcciones. Josh no estaba por ningún lado, me acerque a la ropa que estaba tendida, todavía seguía mojada. Me senté al lado de Jane para que me entretuviera con alguna conversación divertida. Me dio un abrazo y froto mi brazo para que entrase en calor, yo la sonreí agradecida y ella miró a la demás gente.
-Creo que deberías hablar con Jack. Tiene un cabreo que no veas.- dijo mientras me ofrecía golosinas que tenía en una bolsa.
-¿Está enfadado conmigo?- pregunté preocupada.
-No, sabes, cuando Jack se cabrea suele hacerlo consigo mismo. Es un poco raro. Pero suele pensar que tiene la culpa de todo lo que pasa.
-Pero ¿Por qué está enfadado consigo mismo?- pregunte repitiendo las palabras que había utilizado Jane.
-Porque eres su invitada y a dejado que te vayas sola por ahí y que te cayeses al río.
Cogí otra golosina de su bolsa, le dí un beso en la mejilla y me levante. Jack estaba sentado un poco alejado del grupo.
-¿Puedo?- pregunte débilmente indicando con la mano el sitio que estaba a su lado.
Asintió con la cabeza y con un intento de sonrisa. Me acomodé cerca de él, no lo pensé, simplemente me acerque mucho a él para vencer el frío con calor humano.
-¿Estás enfadado conmigo?- pregunte mirando sus ojos, que estaban fijos en el suelo.
-No.- respondió aun sin mirarme.
-Si no estas enfadado, ¿Por qué tienes esa cara? ¿Por qué no me miras cuando te habló? ¿Por qué no estás con el resto de la gente? ¿Por qué me…- giró su cara hasta llegar a mirarme, sonreí complacida.- Bien, ahora que ya he conseguido que me mires, me gustaría saber por qué estás enfadado.
-No estoy enfadado contigo. Estoy enfadado porque he dejado que te vayas por ahí sola y que te cayeses al río. Te podría haber pasado algo, hace un frío de muerte y te has caído a un río y ahora no vas nada abrigada.- suspiro profundamente.- No te había invitado para que pasase esto.
-¡Oh! Vamos… no seas bobo, estoy bien, además la ropa está a punto de secarse. Y bueno, sí, tengo un poco de frío, pero creo que si me das un abrazo y me prometes que vas a estar bien se me pasará.- dije separándome un poco para que no notase que tiritaba.
Él rió y me rodeó con sus calidos brazos, yo hice lo mismo, me susurro un dulce “gracias” en el oído y me apretó ligeramente moviendo su mano en mi espalda para que no tuviese tanto frío. Se separó con una sonrisa y me miró a los ojos.
-Bueno, me has prometido que ibas a estar bien así que el primer paso es ir con el resto de la gente.- dije levantándome y tirando de su mano para que se levántase también.
-Yo no te he prometido nada.- dijo sin mostrar ningún tipo de impedimento mientras le levantaba.
Fuimos con el resto del grupo y nos sentamos al lado de Kate y Williams. Estuvimos hablando de cosas sin importancia hasta que los chicos decidieron que nos fuéramos, metí la ropa todavía húmeda en la mochila y me monté en la parte trasera de la furgoneta con Kate.
P.D. Espero que os guste y que sigáis votando en la encuesta.
1besito...

sábado, 9 de enero de 2010

CAPITULO 16: Sábado.

Estaba animada, era el día de mi especie de cita con Jack, el nerviosismo aumentaba en mi interior a cada minuto que pasaba, en realidad no tendría que estar así, el me había dicho que le había caído bien pero algo me decía que hoy tendría que causar buena impresión a sus amigos.
Mi madre me avisó a las ocho y media para que me despertara, me di una ducha rápida y fui a la cocina, donde me tenía preparado un fantástico desayuno muy enérgetico, como ella dijo al verme aparecer, necesitaba estar con ganas de pasar todo el día fuera. No elegí ropa muy arreglada para la cita, a fin de cuentas iba a pasar todo el día en el campo, eso me había dicho Jack y luego me había confirmado Josh, me dijo que todos los años en estas fechas Jack y sus amigos pasan un dia por ahí, y yo había sido invitada. Eso era una muy buena señal, significaba que le caía bien tanto como para dejar que pasase todo el día con sus amigos. Me puse unos vaqueros oscuros por si se manchaban que no se notase mucho, me puse un jersey negro con escote en pico pero no muy pronunciado, un polar gris de cremallera con capucha y las CONVERSE negras bajas. Me deje el pelo suelto, hacía un día estupendo, casi no estaba nublado. No parecía que fuese a llover.
Jack llamó al timbre a las nueve. Yo ya estaba preparada. Abrí la puerta nerviosamente, le salude con un sutil gesto con la mano, en realidad casi le doy dos besos pero no quería que me pusiese otra vez esa cara de “Pero, qué haces”. Bajamos por las escaleras y nos subimos a una pequeña furgoneta roja que había en la puerta de mi edificio. En el coche me presentó a Andrew, era un chico tímido escondido debajo de una masculina cara y un cuerpo grande y fuerte, no era muy atráctivo pero en los ojos se veía que era una buena persona. Era el novio de Jane, una chica algo más baja que yo, un poco redondita y con una cara preciosa, era muy simpática y estuvo hablando conmigo todo el camino, sus ojos verdes miraban compulsivamente hacia todos lados explicando las historias de otros años y su corta melena enmarcaba su cara pecosa y sus perfectos dientes con cada carcajada al recordar algo gracioso. Jack le mira de forma sospechosa cada vez que contaba algo sobre él, ella asentía y volvía a la historia. Yo sonreía a Jack para que no se preocupase y el volvía a mirar a la carretera resignado.
Después de dos horas Andrew paró la furgoneta detrás de un gran coche azul de siete plazas donde iban el resto de sus amigos. El “bosque” era muy bonito, hacía un poco de frío pero se estaba bien. Antes de sacar todas las cosas para montar el campamento me presentó al resto. Primero me presentó a dos chicos que se parecían mucho, William y Ken, eran un poco más altos que yo, mellizos, los rasgos eran muy parecidos, nariz ancha, ojos marrones, boca grande y el color de piel era oscuro, ambos se presentaron y se fueron a hablar con Andrew, luego Jack me presentó a otros dos chicos, estos eran totalmente opuestos, Giorgio era italiano, bueno más bien sus padres eran italianos, no era muy alto, tenía el pelo castaño, los ojos verdes y un cuerpo atlético. Por el contrario, Marcus era un chico muy alto, pelo rubio, piel muy clara y ojos azules, sonreía de forma exagerada y bromeaba todo el rato con Jack como si yo fuese su novia y como si no entendiera nada de lo que decía. Jane me presentó a las dos chicas, eran las novias de William y Ken, Caroline era una chica rubia, con ojos azules y muy poco habladora en comparación con Jane, sin embargo, Scarlett era tan habladora como Jane y muy risueña, llevaba su melena peliroja recogida en una alta coleta y sus ojos verdes pintados discretamente, detrás de sus pequeños labios se escondian una discreta sonrisa que no dejaba de mostrar.
Estuve un rato hablando con las chicas y después me acerqué discretamente a Jack para hablar un rato con él.
-Ey. ¿Qué tal te lo estás pasando?- preguntó prestandome atención con una sonrisa.
-La verdad esque las chicas son muy simpáticas. Gracias por invitarme.- sonreí y mire a Jack, Josh estaba detrás de él, era la primera vez que lo veía en toda la mañana, bueno en realidad no me había fijado mucho en lo que rodeaba a Jack ese día, había estado todo el rato con Jane.-Sabes, creo que tu amigo Marcus cree que estamos saliendo.- dije para entablar conversación.
-Sí, se ha puesto un poco pesado. Lo siento.- se disculpó.
-Pregúntale por mí.- dijo Josh, ahora enfrente de mí.- Dile que si tiene más hermanos que Janeth a algo así.
-Jack, ¿Tienes más hermanos que Janeth?- pregunte siguiendo las indicaciones del fantasma.
-Sí, bueno, en realidad tenía.- contestó con tristeza.
Yo no quería seguir preguntandole se veía que no le gustaba hablar de ese tema, aunque hubiese pasado hace mucho tiempo y cuando paso era muy pequeño no le gustaba para nada ese tema. Mire a Josh con cara de pocos amigos pero el inquirió con gesto de la cabeza intentando no hacer ruido, fue un poco irónico, al fin de cuentas a él le daba igual hacer ruido, nadie iba ha escucharle escepto yo.
-¿Por qué tenías? ¿Qué le paso?- pregunte forzada por la mirada de Josh.
-Sabes, es un tema que no me gusta mucho.- dijo mientras se levantaba del tronco en el que estavamos sentados.
-Genial.- susurre a Josh.
Me levanté del tronco y me adentré en el bosque para poder hablar tranquilamente con Josh. Cuando ya estábamos lo suficientemente separados del grupo como para que no me oyeran comenzé a hablar.
- ¡Pareces idiota!- le reñí enfadada. Quizás no tenía la suficiente confianza para llamarle idiota, pero bueno que podía perder. Un fantasma.- ¿para qué coño me tienes que decir que le pregunte eso?
-Tú le has dicho eso por que has querido.- dijo con cara de extrañeza.
-No, perdona. Yo lo he dicho porque me has mirado con cara de “llevo quince años esperando este momento.”- recrimine subiendo cada vez más la voz.
Oí un gruñido humano detrás de mi nuca, me giré rápidamente y vi a una mujer con rasgos indígenas, con un color de piel enfermizo y con un montón de cicatrices por todas las partes de su cuerpo, como única vestimenta llevaba dos trozos de piel de animal muerto tapando su pubis y su trasero. El busto lo llevaba al aire, también lleno de cicatrices que parecían formadas por espadas y en su estomago tenía un agujero que parecía haber sido hecho por un bala. Detrás de ella había decenas con el mismo aspecto. Me caí al suelo mientras soltaba un grito mudo, mire a Josh con la expresión descompuesta.
-¿Qué son?- pregunte con un hilo de voz.
-Indígenas muertos de la colonización británica.- contestó históricamente.
-¡Joder! ¿y por qué tienen ese aspecto?- pregunté todavía asustada.
-¿Qué aspecto?- preguntó con duda en la mirada.
-¡Joder! El agujero en su estómago.- dije desconcertada.
-Ves las cicatrices.- nose si lo afirmo o lo preguntó pero yo moví mi cabeza de arriba abajo mientras segía mirando con los ojos desorvitados el agujero de su estómago.
Me cogió de la axila y me levantó como pudo, parece que le costara como si estuviera levantando un elefante. Cuando ya estaba de pie salió corriendo, yo le seguí sin saber porque lo hacía hasta que conseguí alcanzarle.
-¿¡Por qué estamos corriendo!?- pregunte agotada, corriendo a su altura.
-¡Porque no le gustan los vivos, sobre todo si hablan inglés!
Mire hacia atrás rápidamente y vi com nos seguían con unas especies de machetes en las manos, ¿me podrían hacer daño con eso?, en fin, estaban muertos. Bueno, si Josh corría es porque podrían hacerlo. Le seguí por todo el trayecto, al final llegamos a un río que estaba en el bosque. ¿Qué haríamos ahora?
P.D. Espero que os guste.
1besito...

miércoles, 6 de enero de 2010

CAPITULO 15: No puede ser.

Me acompaño hasta la siguiente clase, biología, me senté al lado de mi habitual compañera de rasgos asiáticos que seguía sin hablar conmigo. Johs se colocó detrás de mi, de pie y me dijo que si tenía que preguntarle algo que no lo dijera en voz alta, sino que lo escribiera en un papel. Le hice caso y saqué el cuaderno por si lo necesitaba, que lo más seguro era que sí.
-No se como empezar a explicarte está situación. Nunca lo he tenido que explicar, los muertos que pasan por aquí deducen lo que me paso por mis cicatrices.
Comencé a escribir en mi agenda: “Pero tú no tienes ninguna cicatriz.” Mi compañera al ver que comenzaba a copiar algo, presto más atención y copió todo lo que decía nuestro profesor acerca de la duplicación del ADN.
-O tú no las ves, ¿es otra opción, no?- suspiro débilmente detrás de mi oreja mientras se apoyaba en la mesa de atrás, cada vez notaba mejor todos sus actos.- Bueno, vayamos con lo gordo, creo que morí en un accidente de traficó, no se exactamente hace cuantos años paso, creo que hace unos quince, pero no lo se. Lo máximo que recuerdo es que iba con un amigo del instituto, estávamos hablando sobre yo que sé que cosa, cruzamos la calle y un coche freno después de habernos atropellado. En realidad, no se si es cierto, es lo único que he podío relacionar con el accidente de las conversaciones de mi familia.
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Me vinieron un montón de preguntas a la cabeza y comenze a escribirlas en el folio: ¿Todos los muertos se quedan entre nosotros? ¿Yo soy capaz de veros a todos? ¿Tu situación es una especie de trance hacia a la vida eterna o te vas a quedar aquí para siempre? ¿Existe la vida eterna?…
Se colocó en frente de mi, y toco el papel delicadamente para que dejara de escribir. Me miro a los ojos y al ver que respondia a su gesto me dedicó una dulce sonrisa a la que correspondí sonrojándome, me intimidaba un montón cuando clavaba su mirada en la mía.
- Relájate, o tu compañera se va a volver loca copiando esos estúpidos ejemplos.- bromeo mientras se movía para poder leer las preguntas.- Veamos, primera pregunta: “¿Todos los muertos se quedan entre nosotros?” depende de cómo utilices “nosotros”, pero deducco que lo útilizas como “vivos”, asique no, la mayoría de los muertos están entre “vosotros” un par de días y después simplemente desaparecen. No se a donde van asique no me lo preguntes por favor.
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Mire a la primera fila y vi a una chica castaña y a su izquierda estaba sentada una chica con el pelo rosa, que había visto en más de una ocasión. Afirme ligeramente con la cabeza.
-Bien, pues la silla de la chica de pelo rosa en realidad está vacía. Murió el año pasado por una sobredosis. No habla mucho, lo único que pude sacarle el día que la ví por primera vez es que la chica de al lado era su mejor amiga antes de empezar a drogarse, desde entonces no he vuelto ha hablar con ella. No se si eso responde tu pregunta, pero es de la única forma que puedo contestarla.
En ese momento sonó el timbre que anunciaba que la clase había terminado. Recogí mis cosas lentamente y salí por la puerta acompañada por mi nuevo amigo, sobre el cual no podía hablar a nadie.
Mientras andabamos por el pasillo seguía hablando conmigo, pero cambió de tema radicalmente.
-¿Por qué no hablas con mi hermano?
Subí mi carpeta, hasta cubrirme la boca y así la gente no se diera cuenta de que estaba hablando.
-Yo si quiero hablar con tu hermano, es él el que pasa de mi. Sabes… pensé que el día de la fiesta le había caído bien.
En ese momento se abrió la puerta del principio del pasillo, salieron unas cuantas chicas riendo y detrás de ellas iba Jack. Josh se me quedo mirando.
-Creo que es el momento de que le preguntes a mi hermano que es lo que le pasa.- sonrió para animarme a que fuese.
Baje la caperta de mi cara, me coloqué el jerseys y le dediqué una sonrisa mostrándole el máximo agradecimiento, me acerqué decididamente a donde estaba Jack. Jack era la primera persona de mi edad que había conocido allí, me había caido genial y quería ser su amiga.
-Ey Jack.- medio grite para que se oyera entre los murmullos de tanta gente.
Se dio la vuelta ligeramente dejandome la cara de circunstancia que tenía, parece que no le apeteciera mucho hablar conmigo.
-Ey.- dijo mientras levantava la mano como saludo, se dio la vuelta de nuevo y echo a andar.
-¡Eh! ¡no! ¡Espera!- se paró y se quedó mirándome de forma impaciente.-eh…- comenzé a hablar.- no se, sabes… se que no te caígo muy bien. Pero me gustaría saber por qué… En la fiesta estuviste muy simpático y no si he hecho algo que te haya sentado mal o simplemente esque soy una petarda y no me aguantas. Sabes, me lo he preguntado mucho desde que empezó el instituto.
Sentí a Josh detrás de mí, lo había sentido toda la conversación, pero ahora era como si estuviera mucho más cerca, sabía que estaba mirando a Jack y que quería una respuesta tanto como yo la deseaba.
-No me caes mal. Simplemente no he tenido tiempo de hablar contigo. Además, tú te vas con Bianca y esas chicas y bueno, ellas piensan que soy un friki. Pensé que tú lo creías igual.
Sonreí ante la tonteria por la que no me hablaba y sentí como Josh lo hacía detrás de mí.
- ¡Oh vamos! ¿En serio no me has hablado por eso? Lo que piensen mis amigas me da igual. Me caíste muy bien el día de la fiesta y quiero que seamos amigos, si tú quieres claro.
-Por supuesto. ¿Te debía una cita para presentarte a mis amigos, no?- asentí con la cabeza.- Bueno, pues ya la tienes. El sabado vamos a hacer una especie de salida durante todo el día. ¿Te apetece ir?
Le dí un abrazo y un beso en la mejilla como única respuesta, me correspondió con cara de asombro, le pedí disculpas y me dí la vuelta. Josh iba a mi lado, le dediqué una sonrisa complice de agradecimiento y seguimos caminando juntos.
P.D. Pasaros, si queréis, por los sitios web que os recomiendo. Son muy buenos!!!
1besazo...
 
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